No le gustaba que su hija fuese por ahí enseñando más de lo debido y sin echarle la bronca, quiso hablar con la jovencita seriamente del tema. Pero al mismo tiempo, se quedó embobada con sus tetitas y al final, la madura sucumbió ante su propia hija. Empezaron a meterse mano y sin darse cuenta, terminaron sin ropa en la cama y comiéndose los coños.