Parece que las cañerías de esta pelirroja no andan bien y la chica quiso echarles un vistazo. Fue entonces cuando su vecino apareció por su casa para pedirle sal y se la encontró a cuatro patas en el suelo, algo que le puso cachondo perdido. Y cuando lo notó, la muy zorra dejó lo que estaba haciendo y aprovechó para follárselo a lo bestia en la cocina.